Tijuana, Baja California; 28 de noviembre de 2011.
Yareni Castillo Chaidez.
Desde tempranas horas la fila hacia Estados Unidos era larguísima, pues incluso a las seis de la mañana ya se podían ver personas esperando por poder cruzar y hacer sus compras, puesto que las ofertas anunciadas en todo medio de información eran tentadoras.
Aquí no importaba si era Thanksgiving (Día de Acción de Gracias), lo que todos querían era ser los primeros en llegar a las tiendas para comprar y aprovechar todo tipo de ofertas, desde ropa, zapatos, artículos para el hogar, celulares… un sinfín de productos que ahora, con las ofertas podían estar a su alcance.
No interesaba que en México se haya intentado hacer algo similar con las ofertas del “Buen Fin” que fue del 18 al 21 de noviembre; donde la mayoría de las tiendas departamentales bajaron o más bien hicieron unas cuantas “ofertitas” para poder “ayudar” a la economía del país, tratando de que en lugar de ir a Estados Unidos, adquirieran productos aquí.
Sin embargo, a pesar de tal esfuerzo, como se mencionó en párrafos anteriores, las filas para cruzar a Estados Unidos, desde el jueves 24 hasta el viernes 25 no pararon, filas de mil hasta tres mil personas caminando por la Garita de San Isidro, sin dejar de mencionar que el cruce automovilístico fue un tanto similar.
“Yo voy a comprar mis cosas en Estados Unidos por la calidad, con tantas ofertas ¿cómo uno no habría de ir? Y si quieren que compremos aquí en Tijuana, pues que le bajen a los precios, nos quieren vender todo mucho más caro”. Señaló Fernando Sosa.
Muchos pretextos se escucharon y no es novedad, que los tijuanenses y la mayoría de las personas que viven en frontera prefieran adquirir artículos en E.U.A debido tanto a los precios, como a la calidad como lo indicó el Sr. Fernando Sosa, un proveedor de ropa en Tijuana.
Así pues, todo individuo intentando distraerse de una forma u otra, algunos hablando con el que está en frente, otros con los de atrás… incluso algunos ofrecían café o chocolate, en fin… algo que calme el intenso frio de la cuidad.
Algunos con cara de felicidad, con ansias de que la fila avanzara rápidamente para al fin poder cruzar; mientras que otros con aspecto de estar enojados y molestos por tener que esperar tanto… aun así, enojados o contentos el tiempo de espera no podía cambiar.
Otra de las cosas que se presentaron al hacer línea, son varios vendedores tanto de tacos, empanadas, hot-dogs, nieves y hasta chicles, siendo éstos últimos los que se intentan vender más; ya sean niños o madres que con el afán de conmover llevan a sus hijos recién nacidos, las llamadas o etiquetadas en la frontera como “Marías”.
Lo más relevante en el lapso de hacer cruce peatonal, son todas lo que se pudieron presenciar; así se haga una hora, dos o tres caminando, así sea un día festivo o un día normal… existen un sinfín de cosas que tal vez se hubiesen querido no ver.
Ya que a cada cuatro metros o menos estaba alguien pidiendo una “ayudadita”, como lo dicen ellos. Personas que, se podría asegurar que ya tienen su propia plaza para pedir dinero ahí, ya que regularmente se ven los mismos; y en este día festivo, no fue la excepción.
“Es muy común ver todos estos casos, yo cruzo al menos tres veces a la semana porque voy a ver a mi hija y no es novedad ver a tantas personas pidiendo dinero.” Indicó Norbelia Cruz, tijuanense que utiliza frecuentemente el cruce peatonal.
Desde personas discapacitadas que en realidad es notoria su necesidad hasta otras personas que piden dinero por pedir; puesto que se ven físicamente sanos, algunos que se pudieron observar fueron: ancianos, niños, madres, migrantes y discapacitados, todos con la misma pretensión.
Asimismo se escuchó a un anciano cantando la canción del interprete mexicanismo Gerardo Reyes: “Yo nací sin fortuna y sin nada, desafiando al destino de frente, hasta el más infeliz me humillaba, ignorándome toda la gente….”
Además se presenció a un coro completo de un colegio cantando un villancico navideño: “Campana sobre campana, y sobre campana una, asómate a la ventana veras a un niño en la cuna. Belén, campanas de Belén que los ángeles tocan ¿qué nueva me traéis?”.
Tal pareciera que lo hiciesen con la intención de causar compasión o en el caso del anciano lastima; en fin, cada uno con su técnica de persuasión, como si todo esto fuera gran negocio. Un gran contraste, pero ambos con el afán de conseguir dinero.
Dinero que en la mayoría de los casos sale de bolsillos mexicanos, aunque fue raro ver a uno que otro “gringo” conmovido por tales escenas, apoyando a todo aquél que se encontró a los lados de la inmensa fila.
La actitud de las personas al final de la fila fue poco impaciente, desesperada e incluso hasta inquieta; debido a toda la espera por la cual tuvieron que pasar, incluso algunos reclamaban a otros por qué se estaban metiendo a la fila sin hacer “cola”, hasta se escucharon ciertos alegatos entre las personas.
Cosa que al llegar con los policías fue cambiando, puesto que todos intentaron mantenerse serios, Seriedad que fue tan evidente y aún más cuando se encontraban a punto de entregar sus documentos al encargado de migración.
Total formalidad y prudencia que a algunos hizo caer en nerviosismo, tal como si fuesen delincuentes… y es así como se vivió el día de Acción de Gracias al momento de cruzar por la Garita de San Isidro. A pesar de que en México no es un día celebrado, para las aprovechar las ofertas, los mexicanos sí estuvieron presentes.
Aquí se puede apreciar la inmensa fila, que tal pareciera no tener fin.
El cruce en automóvil tambien era lento.
Infinidad de personas pidiendo dinero.
Vendedores de todo!.
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